En lo único en lo que se han parecido las elecciones presidenciales en el Real Madrid y en el Barcelona es en que se han adelantado, incluso hasta por motivos diferentes, de su celebración prevista más allá de esta temporada. En tanto han diferido que los socios blancos ni siquiera van a ir a votar, y lo que fue una campaña electoral insistente en Barcelona, en Madrid ha saldado con una semana de plazo, alguna entrevista y ningún aspirante alternativo que cuestione al presidente. Así las cosas, con el plazo para presentar candidaturas terminado, el único concurrente retiene el cargo ante la carencia de un rival con el que enfrentarse en las urnas.
Después de casi veinte años al frente de la presidencia del Real Madrid, en los que consiguió un renacer económico del club y está a punto de estrenar el nuevo Santiago Bernabéu, además de cinco títulos de Liga y cuatro Copas de Europa; Florentino Pérez va estrenar esta semana oficialmente un nuevo periodo de cuatro años de mando en el Real Madrid, el sexto mandato de su historia en dos etapas, los cuatro últimos tras ser elegido sin que los socios acudan a las urnas, sin rival en las elecciones. La última vez que los socios del club acudieron a las urnas fue en julio de 2006, entonces eligieron a Ramón Calderón y no han vuelto a votar.