71 muertos y 6 heridos, entre ellos 3 jugadores, fue el saldo de la tragedia que enluta al mundo deportivo.
Un viaje sin retorno esfumó los sueños del club brasileño Chapecoense la noche de este lunes 28 de noviembre, cuando el avión en el que se trasladaban hasta Medellín-Colombia, para disputar la final de Copa Sudamericana 2016, frente al Atlético Nacional, se desplomó en Cerro Gordo, una zona montañosa de Antioquía, debido a una presunta falla eléctrica.
68 pasajeros, entre ellos 22 jugadores del club brasileño, 24 personas del cuerpo técnico, 22 periodistas y 9 tripulantes abordaron el avión de la aerolínea venezolana-boliviana LaMia Airlines, en un vuelo chárter que despegó desde el aeropuerto internacional Viru Viru, en Santa Cruz de la Sierra-Bolivia, con destino hacia el aeropuerto internacional José María Córdova de Rionegro-Colombia.
Era el viaje más importante, según afirmaron algunos jugadores y personal técnico minutos antes de subir a la aeronave. Se trataba de la primera final internacional para el club brasileño con 43 años de historia, ganador de 5 títulos del Campeonato Catarinense.
Copa Sudamericana 2016.
En el 2013, a sus 40 años de fundado, el club ascendió a la Serie A del fútbol brasileño y tras una destacada participación en la Copa Brasil 2014 hizo su debut internacional al año siguiente, donde perdió en cuartos de final de la Copa Sudamericana 2015, ante el equipo argentino River Plate.
La edición 2016 del segundo torneo más importante a nivel de clubes en Suramérica tuvo en plano estelar al combinado de Santa Catarina, que dejó en el camino a sus coterráneos de Cuiabá en la segunda fase; en octavos de final luego de empatar sin goles en partidos ida y vuelta, el portero Danilo se vistió de héroe para vencer en penales 5-4 a Independiente de Avellaneda de Argentina.
En cuartos de final, ante Junior de Barranquilla, los brasileños levantaron un resultado adverso de 0-1 para llevarse la serie 3-1 en el global. Así llegaron a semifinales, donde el empate a un gol en argentina frente a San Lorenzo de Almagro y la igualdad sin goles en la Arena Condá de Brasil los clasificó por primera vez en su historia a la final de un torneo internacional.
La solidez defensiva, la rapidez por los costados, el contrataque efectivo y la definición oportuna llevaron al Chapecoense al punto más lejano de la Copa Sudamericana, en una final soñada que culminó antes del pitazo inicial.
Heridos: 3 jugadores, 2 tripulantes y 1 periodista.
Entre los heridos en este trágico accidente aéreo, fueron rescatados con delicado estado de salud:
Alan Ruschel, de 27 años de edad, lateral izquierdo, a quien trasladaron en ambulancia al hospital San Juan de Dios, en la localidad de La Ceja.
Jackson Follmann, de 24 años, portero suplente, de quien extraoficialmente se conoció le habrían amputado una de sus piernas.
Helio Zampier, llamado popularmente como Neto, defensa de 31 años, según el director médico del hospital San Juan de Dios, Guillermo León, presentó heridas en el cráneo y el pecho.
Otros tres sobrevivientes fueron el periodista brasileño Rafael Valmorbida, la azafata Ximena Suárez y el técnico de la aeronave Erwin Tumiri, quienes se encuentran bajo pronóstico reservado.
La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) no han tomado decisión alguna con relación a la final de la Copa Sudamericana 2016. Entretanto, el club Atlético Nacional de Medellín emitió un comunicado en el que solicita se entregue el título de Campeón a la Associação Chapecoense de Futebol, en honor póstumo a los héroes que fallecieron en el accidente aéreo.
Final desierta
Este miércoles 30 de noviembre era la fecha pautada para el partido de ida final, en el estadio Atanasio Girardot, frente al Atlético Nacional, allí los héroes del municipio Chapecó buscaban encaminarse a su primer título de Copa Sudamericana.
Pasadas las 10 PM de este lunes 28 de noviembre, la noche oscura entre la neblina sobre Cerro Gordo, en Rionegro-Antioquia, acabó con los sueños un equipo chico que alargó su viaje al reino de los cielos y dejó un profundo dolor entre sus familiares, amigos y el pueblo brasileño. El resto del mundo futbolístico quedó consternado por esta tragedia deportiva, donde además perdieron la vida 21 periodistas que realizarían la cobertura de la final.
Por: Pedro Izzo.